El aceite que se produce en nuestras instalaciones se obtiene a través de un proceso mecánico de molturación, a baja temperatura, no incluyendo en su elaboración ninguna sustancia química, como conservantes, aromas, colorantes o aditivos, seleccionando las aceitunas y molturándolas a diario, evitando así la fermentación de éstas, producida si es almacenada durante periodos largos en las tolvas de recepción.
Siendo nuestra producción muy humilde, evitamos estos problemas, que surgen con la acumulación del fruto almacenado varios días, consiguiendo un aceite de inconfundible aroma afrutado y suave en el paladar, con un ligero sabor un poco amargo, señales éstas del verdadero aceite de oliva virgen extra.
Todo el proceso desde la entrada de la aceituna a nuestra fábrica, hasta su almacenamiento en bodegas del aceite, se produce bajo las mas estrictas normas de higiene y profesionalidad del personal, que bajo la dirección del maestro de almazara, vigilante en todo momento de la velocidad y temperatura de la masa, durante el proceso de extracción del aceite, es lo que nos lleva a conseguir nuestro objetivo: un aceite fresco, sin calentamientos excesivos en el proceso de molturación, para que llegue a su mesa con el mismo sabor y aroma del día en que lo recolectamos del olivo.